jueves, 4 de diciembre de 2008

Dulce introducción al caos.

Hoy he tenido el primer examen de la carrera. Era de lengua, una mierdecilla de examen digno de Paloma o Enedina (mis antiguas profesoras de lengua del instituto). Está aprobado seguro, y eso que casi no estudié. La verdad es que hacía muchísimo tiempo que no estaba tan vago como lo estoy ahora. Bueno, puede que el año pasado también estuviese igual de vago, pero me costaba mucho menos estudiar haciendo ejercicios que pasando apuntes. Para mí, hacer ejercicios de Biología, Física, Química o Mates, lejos de ser desagradable, se me presentaba como algo semejante a hacer sudokus. Las rachas que pasaba sin hacerlos era porque, por muy parecidos a los sudokus que fuesen, resultaba más tentador tumbarse a la bartola. Sin embargo ahora no hay ejercicios por ningún lado. Sólo hay redacciones, trabajos en grupo y apuntes que pasar en limpio. Mucho buscar información, mucho leer y subrayar, mucho descifrar marañas de letras intentando averiguar qué fue lo que de verdad dijo la profesora cuando yo copié lo que copiase. Eso me desalienta no sabes cómo. Aunque es lo que he elegido y lo quiero es pasarme el resto de la vida redactando cosas e informándome (aunque dicho así no suena muy bien), no estoy acostumbrado y me cuesta.
A lo que venía todo esto es a que he pasado una semana algo estresaillo por el examen de hoy, un trabajo en grupo del cual todavía no había empezado a hacer mi parte hasta el finde pasado, y el artículo de una conferencia a la que fui el lunes de la semana pasada que tuve que entregar ayer. Al final no empecé a estudiar para el examen hasta ayer por la noche. Por supuesto la horita de tren hasta llegar a la universidad fue excelente para estudiar algo más. Algo de bueno tenía que tener tanto tren.
El temario era sencillo, ya ves tú, un tercio del examen era ponerle las tildes a 11 oraciones y explicar por qué. Y del tema difícil, te daba 6 opciones de las cuales tenías que elegir sólo dos. Pero bueno, que iba a ser fácil ya lo sabía yo de antes, por eso me repateaba pensar que podía tirar a la basura una oportunidad tan buena de sacar buena nota. Afortunadamente no ha sido así y creo que con lo que estudié anoche y en el tren me va a dar para un 7 u 8 (y con bastante suerte un 9). Ojalá fuesen así todos los exámenes de la carrera.
Pero va a ser que no. Sólo de pensar cómo van a ser los exámenes de Febrero del resto de asignaturas se me hiela la sangre. Porque claro, tú vas a clase, tomas apuntes, escuchas al profesor y piensas que lo entiendes. Pero después estás en tu casa tan tranquilo, te pones a pensar todo el temario que has dado hasta el momento, y piensas ¿no será más fácil consumiendo cianuro?. Vale, más temario había en los exámenes trimestrales de Historia de 2º de Bachiller, pero ahí por lo menos era algo que ya te sonaba de 4º de la ESO, era una asignatura que llevabas dando toda tu vida. También estaban los exámenes trimestrales de Biología y Matemáticas, pero éstos estaban precedidos de otros correspondientes a cada tema (o más bien grupo de temas), y además estaban los ejercicios-sudokus, tan prácticos, tan fáciles de hacer pero con resultados más que satisfactorios en el aprendizaje de la materia...me era imposible suspender algo como Biología o Matemáticas.
Pero ¿para qué irme tan lejos?, si quiero sufrir no tengo más que pensar en las navidades que me esperan pasando a limpio montañas de apuntes. Son como los monstruos malos de las pelis: horrorosos, feos, arrugados, con letra ilegible, con manchones de tinta. Menudo caos.

2 comentarios:

bienhecho dijo...

Vaya morro xD Otros no podemos decir que nuestra carrera es fácil... /cry

Álvaro AM dijo...

no he dicho eso. sólo lengua. x cierto al final qué a pasao con la huelga de tu carrera??. O mejor ¿q pasa contigo, q hace n que no hablamos?xDxD